Pedazos de troncos, bosta y otros residuos orgánicos se hallan en gran parte del pavimento rígido que se inicia en Potosí. Según las especificaciones del contrato, la mezcla debería estar libre de impurezas orgánicas. A esto se suman fisuras transversales y longitudinales que atraviesan gran parte de los tamos recorridos. Cortes a las losas de pavimento muestran que muchas de estas fisuras son profundas y, según la explicación de los Fiscales Ambientales, se deben a malos procesos de construcción, así como a fallas en la supervisión. Algunas losas son reemplazadas por la empresa brasileña.
El estado del pavimento rígido, según el informe, arroja los siguientes datos: El tramo Lecori-Camargo, con una longitud de 12.976 km, tiene un 66.29% de fisuras. En el tramo Camargo-El Puente, con 51.984 km de largo, se detectó un 64.82% de fisuras.
En el tramo Vitichi-Cotagaita presentan un 78,42 por ciento de fisuras. Esta información forma parte del informe especial de pavimento rígido que presentó la supervisión en abril del 2007.
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