jueves, 13 de septiembre de 2007

El Gobierno apura la salida de Queiroz para evitar arbitrajes


El Gobierno conformó ayer una comisión interministerial para rescindir el contrato y evitar posibles procesos judiciales con la empresa brasileña Queiroz Galvao, encargada del asfaltado de la carretera Potosí-Tarija. La comisión tiene el objetivo de diseñar estrategias orientadas a defender los recursos económicos del Estado boliviano.

Al término de una reunión de gabinete, una fuente del Poder Ejecutivo informó a La Razón que la empresa cuestionada ya planteó su intención de recurrir a un “arbitraje”, situación que no mereció ninguna respuesta por parte de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC).

“Vamos a enfrentar posiblemente muchos juicios con la Queiroz Galvao, para ello se están valiendo de las declaraciones que formulan las autoridades del ramo”, dijo la fuente consultada por este medio de comunicación.

Forman parte de la comisión interministerial los ministerios de Gobierno, de Justicia, de Hacienda, de Planificación del Desarrollo y de Obras Públicas.

El ministro de Obras Públicas, José Kinn, dijo que la conformación de esta comisión significa un respaldo del Gobierno a las acciones que lleva adelante la ABC. “Se ha tomado la decisión de rescindir el contrato con la empresa Queiroz Galvao. Para eso se ha conformado una comisión interministerial; pero las obras en ningún momento serán paralizadas”, afirmó Kinn.

El asfalto de la carretera Potosí-Tarija, a cargo de la empresa Queiroz Galvao, tiene rajaduras en 95 kilómetros de la ruta. La ABC lo atribuye a la mala calidad de la obra, mientras Queiroz Galvao dice que los problemas se presentaron por cambios en la temperatura interna de las losas y por asentamientos.

La ruta se construye desde el 2004 con un financiamiento de $us 180 millones del proyecto Proex. Este costo se incrementó a $us 198 millones, según la ABC.

“No podemos permitir que una inversión tan grande tenga un efecto tan malo para el país”, agregó el ministro Kinn.

La presidenta de la ABC, Patricia Ballivián, afirmó que se trata de la obra más importante para el país. “Es una obra de mucha magnitud, porque nos va a vincular con Paraguay, Argentina y Chile. Son 420 kilómetros, es la obra más grande en construcción en Bolivia”. Ballivián destacó la conformación de la comisión porque permitirá coordinar el trabajo en equipo. La Razón intentó contactarse con la empresa brasileña, pero nadie contestó en sus oficinas.

“Un trabajo decepcionante”

El presidente Evo Morales dijo ayer en Cochabamba que la empresa brasileña Queiroz Galvao realizó un “decepcionante trabajo en la construcción de la carretera Potosí-Tarija”.

También aseguró que la firma brasileña no cumplió con las condiciones contractuales establecidas en el contrato. “No es posible que podamos malversar fondos en mala ejecución de obras”, sostuvo.

De su parte, la presidenta de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Patricia Ballivián, dijo que el Gobierno perdió confianza en la Queiroz Galvao, por lo que se decidió rescindir su contrato. En un informe presentado a la ABC, la empresa brasileña planteó refaccionar el tramo dañado entre Potosí y Tarija e implementar un nuevo diseño. Sin embargo, deslindó toda responsabilidad sobre el tema.

Según la ejecutiva de la ABC, el tema de la pérdida de confianza comenzó con el informe de relevamiento que se hizo a través de una consultora internacional, misma que evacuó al menos siete informes sobre el mal estado de la carretera Potosí-Tarija.

LAS MEDIDAS

Caminos • La ABC manifestó recientemente su intención de resolución del contrato debido a las rajaduras en 70 por ciento de la carretera Potosí-Tarija.

Comisión • Los cinco ministerios que conforman la comisión interministerial trabajarán para resolver el proceso que inició la ABC contra Queiroz Galvao.

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