viernes, 21 de septiembre de 2007

Estabilidad de Terraplenes (VIII): Asentamientos por vibraciones y licuación del suelo.

Algunos suelos al ser sometidos a solicitaciones dinámicas, tales como vibraciones de gran magnitud y duración, impactos, sismos, etc., tienden a densificarse disminuyendo su volumen. En suelos de baja permeabilidad esta tendencia provoca un incremento de presión de la fase fluida, la que puede crecer hasta igualar la presión total; se anula así la presión efectiva o presión de contacto entre las partículas sólidas. Por este fenómeno un suelo granular puede perder completamente sus propiedades de soporte.

El fenómeno se manifiesta como una ondulación de la rasante del camino, generalmente de ondas largas y muy marcadas.

La única forma de corregir un terraplén afectado por el fenómeno descrito es reconstruirlo completamente. Previa a la reconstrucción se deberá drenar el suelo natural en el área de fundación y zonas adyacentes, como una manera de evitar que la situación se repita.

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