Introducción. En la presente Sección se exponen los criterios y conceptos básicos por considerar en el diseño y, muy especialmente, en el mantenimiento de caminos localizados en zonas denominadas frías. Deben entenderse como tales las zonas donde, habitualmente, las temperaturas invernales bajan del punto de congelación por períodos más o menos prolongados, generando precipitaciones en forma de nieve, creando capas de hielo sobre la superficie del pavimento y provocando el congelamiento del estrato superior de los suelos (penetración de las heladas).
El diseño de caminos en zonas frías obliga a tener muy presente la profundidad hasta donde se congela el suelo natural, puesto que la duración de los pavimentos y, en general, de la superestructura del camino, depende en forma importante de un diseño adecuado en este aspecto.
Por su parte el mantenimiento de los caminos bajo estas condiciones climáticas obliga a disponer de equipos para el despeje de la nieve y control del hielo, así como de personal entrenado para desarrollar estas labores. Al igual que en cualquier otra actividad de mantenimiento, en éstas es importante tanto el conocimiento de las técnicas preventivas como de los requerimientos de las operaciones propiamente tales. Sin embargo, en este caso la bondad de los resultados depende, en mucho mayor medida, de la organización, de los elementos disponibles y del entrenamiento con que cuente el personal. Como, por su naturaleza, las operaciones por realizar no pueden programarse con exactitud en el tiempo, y una vez que se requieren pasan a constituir una emergencia, puesto que normalmente en ese momento el sistema de transporte de la zona se encuentra paralizado o seriamente afectado, es de la mayor importancia contar con una organización que opere sin dilaciones y con una estrategia conocida y probada.
El diseño de caminos en zonas frías obliga a tener muy presente la profundidad hasta donde se congela el suelo natural, puesto que la duración de los pavimentos y, en general, de la superestructura del camino, depende en forma importante de un diseño adecuado en este aspecto.
Por su parte el mantenimiento de los caminos bajo estas condiciones climáticas obliga a disponer de equipos para el despeje de la nieve y control del hielo, así como de personal entrenado para desarrollar estas labores. Al igual que en cualquier otra actividad de mantenimiento, en éstas es importante tanto el conocimiento de las técnicas preventivas como de los requerimientos de las operaciones propiamente tales. Sin embargo, en este caso la bondad de los resultados depende, en mucho mayor medida, de la organización, de los elementos disponibles y del entrenamiento con que cuente el personal. Como, por su naturaleza, las operaciones por realizar no pueden programarse con exactitud en el tiempo, y una vez que se requieren pasan a constituir una emergencia, puesto que normalmente en ese momento el sistema de transporte de la zona se encuentra paralizado o seriamente afectado, es de la mayor importancia contar con una organización que opere sin dilaciones y con una estrategia conocida y probada.
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