Bolivia asigna al mantenimiento de sus carreteras uno de los presupuestos más bajos de la región: sólo 1.700 dólares por kilómetro al año, situación que se pretende revertir con una estrategia integral a partir de mayo de este año.
El gerente de Conservación Vial de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Ramiro Heredia, informó que, por ejemplo, Argentina destina un presupuesto de 4.500 dólares y Brasil, 6.000 dólares.
El mantenimiento es fundamental para prolongar la vida útil de las carreteras y mejorar la competitividad del país.
Según Heredia, si un kilómetro de carretera construida cuesta 500.000 dólares; lo ideal es que se destine el 0,7 por ciento de ese presupuesto a su cuidado, es decir, al menos 3.500 dólares.
“Los estudios señalan que por cada peso de mantenimiento oportunamente ejecutado debes contrarrestar con seis pesos de rehabilitación. Si no se hace un buen mantenimiento, se deberá gastar seis veces más en la rehabilitación de las obras de una carretera”.
Esta labor exige un cuidado intensivo desde el momento en que se recibe una obra vial.
Una de las máximas precauciones que se deben asumir es que el agua no llegue a la vía y la remoje y vigilar que el drenaje funcione en forma óptima. En otras palabras, que los derrames pluviales sean conducidos adecuadamente a las corrientes de agua subterránea.
Para evitar filtraciones, el sistema de alcantarillas y las canaletas deben funcionar en perfectas condiciones.
Heredia explicó que una obra debe ser mantenida con mayor rigurosidad durante los primeros tres años posteriores a la entrega porque es una estructura que aún permanece inestable por los movimientos y cortes de tierra que se tuvieron que hacer durante la construcción.
Para que Bolivia mejore en esta área en los siguientes cinco años, ABC diseña un Plan Maestro de Mantenimiento que estará concluido en mayo.
El plan dará prioridad a algunas vías en función de su importancia económica, es decir, el flujo de comercio que pueda tener con destino al mercado interno tanto como al externo y el flujo vehicular.
Las rutas que cumplen estos objetivos son las que conectan las ciudades eje del país (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz), pero se estudian otras.
Como también carreteras como Yacuiba- Santa Cruz por dónde se ingresa el diesel o el trigo de importación cada mes, o la ruta antigua Cochabamba- Santa Cruz que vincula a una importante cantidad de poblaciones intermedias.
Algunas obras
La ABC ejecuta en la actualidad un Plan de Mantenimiento y Rehabilitación y Mejoramiento de varias carreteras.
En La Paz supervisa un mantenimiento rutinario de 2.145 kilómetros a cargo de nueve empresas que trabajan en ocho tramos en distintas provincias. Forma parte de este trabajo el túnel San Rafael de la carretera Cotapata-Santa Bárbara.
Además, la ABC contrató a 96 microempresas para obras de mantenimiento de 2.032 kilómetros, las que demandan una inversión de 11,6 millones de bolivianos en el área rural de La Paz y generan 656 empleos directos.
En Santa Cruz, la ABC invierte 85 millones de bolivianos en mantenimiento rutinario a cargo de 12 empresas que trabajan en 3.670 kilómetros, incluyendo a la regional San Ramón.
Adicionalmente contrató a 145 microempresas para obras de mantenimiento que generan 900 empleos directos en el área rural.
En Beni se lanzó un plan de mantenimiento rutinario con una inversión de 22,9 millones de bolivianos.
El plan incluye varias vías de importancia, como Palma Flor- Santa Rosa-Rurrenabaque-San Buenaventura-Ixiamas, con 355 kilómetros, y Rurrenabaque-Yucumo-San Borja-San Ignacio- Yucumo-Quiquibey, de 33 kilómetros.
El gerente de Conservación Vial de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Ramiro Heredia, informó que, por ejemplo, Argentina destina un presupuesto de 4.500 dólares y Brasil, 6.000 dólares.
El mantenimiento es fundamental para prolongar la vida útil de las carreteras y mejorar la competitividad del país.
Según Heredia, si un kilómetro de carretera construida cuesta 500.000 dólares; lo ideal es que se destine el 0,7 por ciento de ese presupuesto a su cuidado, es decir, al menos 3.500 dólares.
“Los estudios señalan que por cada peso de mantenimiento oportunamente ejecutado debes contrarrestar con seis pesos de rehabilitación. Si no se hace un buen mantenimiento, se deberá gastar seis veces más en la rehabilitación de las obras de una carretera”.
Esta labor exige un cuidado intensivo desde el momento en que se recibe una obra vial.
Una de las máximas precauciones que se deben asumir es que el agua no llegue a la vía y la remoje y vigilar que el drenaje funcione en forma óptima. En otras palabras, que los derrames pluviales sean conducidos adecuadamente a las corrientes de agua subterránea.
Para evitar filtraciones, el sistema de alcantarillas y las canaletas deben funcionar en perfectas condiciones.
Heredia explicó que una obra debe ser mantenida con mayor rigurosidad durante los primeros tres años posteriores a la entrega porque es una estructura que aún permanece inestable por los movimientos y cortes de tierra que se tuvieron que hacer durante la construcción.
Para que Bolivia mejore en esta área en los siguientes cinco años, ABC diseña un Plan Maestro de Mantenimiento que estará concluido en mayo.
El plan dará prioridad a algunas vías en función de su importancia económica, es decir, el flujo de comercio que pueda tener con destino al mercado interno tanto como al externo y el flujo vehicular.
Las rutas que cumplen estos objetivos son las que conectan las ciudades eje del país (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz), pero se estudian otras.
Como también carreteras como Yacuiba- Santa Cruz por dónde se ingresa el diesel o el trigo de importación cada mes, o la ruta antigua Cochabamba- Santa Cruz que vincula a una importante cantidad de poblaciones intermedias.
Algunas obras
La ABC ejecuta en la actualidad un Plan de Mantenimiento y Rehabilitación y Mejoramiento de varias carreteras.
En La Paz supervisa un mantenimiento rutinario de 2.145 kilómetros a cargo de nueve empresas que trabajan en ocho tramos en distintas provincias. Forma parte de este trabajo el túnel San Rafael de la carretera Cotapata-Santa Bárbara.
Además, la ABC contrató a 96 microempresas para obras de mantenimiento de 2.032 kilómetros, las que demandan una inversión de 11,6 millones de bolivianos en el área rural de La Paz y generan 656 empleos directos.
En Santa Cruz, la ABC invierte 85 millones de bolivianos en mantenimiento rutinario a cargo de 12 empresas que trabajan en 3.670 kilómetros, incluyendo a la regional San Ramón.
Adicionalmente contrató a 145 microempresas para obras de mantenimiento que generan 900 empleos directos en el área rural.
En Beni se lanzó un plan de mantenimiento rutinario con una inversión de 22,9 millones de bolivianos.
El plan incluye varias vías de importancia, como Palma Flor- Santa Rosa-Rurrenabaque-San Buenaventura-Ixiamas, con 355 kilómetros, y Rurrenabaque-Yucumo-San Borja-San Ignacio- Yucumo-Quiquibey, de 33 kilómetros.
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