El control eficiente y económico de la nieve y del hielo depende, especialmente, de las disponibilidades y empleo adecuado de los equipos, el personal y demás elementos necesarios, así como de la estrategia que se utilice. Sin embargo, estas condiciones no se dan por casualidad, son el fruto de un programa de inspecciones rutinarias, mantenimientos y reparaciones, así como de la disponibilidad del personal, la maquinaria y los elementos de apoyo adecuados a la condición específica del o los caminos donde se operará. Así, en los caminos cordilleranos, la caída de piedras y rocas que se mezclan con la nieve debe ser un factor decisivo a la hora de seleccionar los equipos barrenieves.
Normalmente es el nivel de servicio (altura de la nieve sobre el camino) definido para una determinada ruta, el que fija el momento en que debe comenzar la intervención destinada a controlar la nieve. Sin embargo, como se ha mencionado, en los caminos localizados en plena cordillera deberán tenerse en consideración, además, otros factores que guardan relación con la seguridad. La visibilidad es un elemento determinante, por lo que debe fijarse una distancia de visibilidad mínima que puede ser función de las condiciones topográficas del lugar, sin la cual no deberían iniciarse los trabajos. Tampoco debe autorizarse la circulación de vehículos usuarios mientras no exista una distancia de visibilidad mínima previamente establecida.
Antes que llegue la época en que nieva, todos los operarios encargados de los equipos para el barrido de la nieve deben recorrer y estudiar las rutas donde van a trabajar, registrando la ubicación y características de los obstáculos y definiendo su demarcación. Asimismo, deben repasar el plan de almacenamiento de las nieves removidas en función de los tipos de maquinaria que empleen.
Normalmente es el nivel de servicio (altura de la nieve sobre el camino) definido para una determinada ruta, el que fija el momento en que debe comenzar la intervención destinada a controlar la nieve. Sin embargo, como se ha mencionado, en los caminos localizados en plena cordillera deberán tenerse en consideración, además, otros factores que guardan relación con la seguridad. La visibilidad es un elemento determinante, por lo que debe fijarse una distancia de visibilidad mínima que puede ser función de las condiciones topográficas del lugar, sin la cual no deberían iniciarse los trabajos. Tampoco debe autorizarse la circulación de vehículos usuarios mientras no exista una distancia de visibilidad mínima previamente establecida.
Antes que llegue la época en que nieva, todos los operarios encargados de los equipos para el barrido de la nieve deben recorrer y estudiar las rutas donde van a trabajar, registrando la ubicación y características de los obstáculos y definiendo su demarcación. Asimismo, deben repasar el plan de almacenamiento de las nieves removidas en función de los tipos de maquinaria que empleen.
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