La empresa constructora brasileña OAS trabaja en 129 kilómetros de los 306 que tiene en total la carretera que vincula San Ignacio de Moxos (Beni) con Villa Tunari (Cochabamba), entre los tramos I y III, según la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC).
“Son 129 kilómetros de los 306 los que se están construyendo. Eso es lo que está vigente”, declaró ayer el presidente de esa entidad estatal, Luis Sánchez. No obstante, aclaró que eso no lo exime de las observaciones que el Gobierno tiene contra la empresa, por los incumplimientos en las obras adjudicadas.
La semana pasada, Sánchez había manifestado que OAS tendría un avance inferior al 5% en las obras de construcción de los tramos I y III del proyecto carretero, lo que podría derivar en una sanción pecuniaria. “No se cumplió ni con el 5% de las tareas previstas y este resultado yo creo que puede costarle muy caro, incluso el cobro de una boleta” advirtió Sánchez.
Recordó que la empresa inició las obras el 3 de junio del año pasado, pero que estaba trabajando a “un ritmo muy lento”, excusándose en las lluvias. La obra le costará al Estado 123 millones de dólares si no avanza con el cronograma previsto.
Paralización del
Por otro lado, Luis Sánchez aclaró que la decisión de que OAS no construya el llamado Tramo II, comprendido entre Isinuta y Monte Grande, dentro del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), no es nueva, pues desde septiembre de 2011, la empresa fue notificada para paralizar cualquier obra dentro del TIPNIS, en sujeción a la Ley 180 que declara intangible al parque TIPNIS.
“No es verdad, tajantemente, que el Gobierno recién anunciara que el tramo II no se construye. En el mes de noviembre del año pasado ya se anunció aquello. Desde septiembre se estuvo mandando cartas a OAS diciéndole que el tramo II, de momento, se paralizaba y que la empresa ya no construirá ese tramo, que ya no forma parte de su contrato, que ya no entra”, manifestó.
El presidente del directorio de la ABC, José Kin, ya había adelantado la semana pasada que se estaban renegociando las condiciones del contrato de obra que se firmó en agosto de 2008 con la empresa constructora brasileña OAS para construir los 306 kilómetros de la carretera.
Dijo que se busca que el tramo II se anule del contrato de obras y que la empresa no reciba los 139 millones de dólares especificados en el contrato de colaboración financiera firmado entre el Gobierno y el Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social (BNDES) de Brasil.
“No podemos mantener el mismo costo por el tramo I y III como si fuera para todo el tramo original”, había declarado Kin.
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