La condición más importante, pues define el comportamiento de estas barreras, es la forma de la cara que enfrenta al tránsito. La variable crítica es la altura a que se encuentra la línea de contacto entre el plano que da forma a la base y el que conforma el paramento que sigue hacia arriba. Si ésta se encuentra a más de 330 mm, aumenta la posibilidad que los vehículos se vuelquen, en especial los automóviles pequeños. Por esta razón es que en la barrera conocida como de “Forma F”, que es la más utilizada, este encuentro se produce a 255 mm del suelo.
Las barreras tipo Forma F normales, tienen 810 mm de altura y son capaces de controlar bien vehículos de hasta 2.000 kg de peso y, ocasionalmente, impactos moderados de buses de hasta 18.000 kg. Para tránsito pesado se utilizan barreras de 1.070 mm de alto (conocidas como “barreras altas”), las que pueden controlar un camión múltiple de 36.000 kg de peso incidiendo con un ángulo de 15 a una velocidad de 84 km/h.
Las barreras tipo Forma F normales, tienen 810 mm de altura y son capaces de controlar bien vehículos de hasta 2.000 kg de peso y, ocasionalmente, impactos moderados de buses de hasta 18.000 kg. Para tránsito pesado se utilizan barreras de 1.070 mm de alto (conocidas como “barreras altas”), las que pueden controlar un camión múltiple de 36.000 kg de peso incidiendo con un ángulo de 15 a una velocidad de 84 km/h.
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