La propia descripción de las barreras da una pauta de las limitaciones que presentan cuando se dan en los caminos ciertas condiciones especiales. En consideración a ello, la Dirección de Vialidad estima necesario mejorar el grado de seguridad que proporcionan estos sistemas, para lo cual se debe programar su instalación y reposición ajustándose a los criterios básicos que se detallan a continuación:
Para determinar los lugares donde corresponde instalar un sistema de barreras debe tenerse en consi- deración que ellas están destinadas a ofrecer protección en tres situaciones muy características y que son las siguientes:
Para que las barreras sean eficaces absorbiendo la energía generada en el impacto y redireccionando el vehículo siniestrado, los sectores extremos deben empotrarse al suelo, y cada tramo tener la longitud mínima que se señala en la Tabla 7.201.7B.
Para determinar los lugares donde corresponde instalar un sistema de barreras debe tenerse en consi- deración que ellas están destinadas a ofrecer protección en tres situaciones muy características y que son las siguientes:
- Zona de la mediana. Se instalan en la mediana con el propósito de evitar que un vehículo sin control ingrese a la calzada contraria; se utilizan barreras con doble cinta metálica cuando la mediana no tiene grandes desniveles entre las calzadas; cuando existe un desnivel importante o una cuneta central, se deben instalar dos barreras con cinta metálica simple, una a cada lado de la cuneta. Cuando la mediana tiene un ancho igual o menor que 1,5 m, sin desniveles importantes, se deben instalar barreras rígidas (de hormigón), cuidando de no interferir con el dre- naje de la zona.
- Zonas laterales. De preferencia debe procurar crearse una zona lateral, despejada de todo obs-táculo que
pudiera ser peligroso en una colisión, de al menos 9 m de ancho en tramos rectos y de 13 m en curvas. Si ello no es posible deben colocarse barreras para proteger a los usuarios de todo obstáculo existente dentro de esos límites. En las secciones en terraplén, como regla general cuando la pendiente del talud es más pronunciada que 4 : 1 (H : V) debe estudiarse la instalación de barreras cuando se den estas condiciones.
- Puntos duros. Debe protegerse al usuario ante la posibilidad de que impacte un “punto duro” como una es- tructura cercana a la vía, una cepa o un estribo de paso superior, la baranda de un puente, postes, etc. En estos casos siempre la primera opción debe ser estudiar la posibilidad de eliminar o trasladar el obstáculo; sólo cuando ello no sea posible debe protegerse con una barrera.
Para que las barreras sean eficaces absorbiendo la energía generada en el impacto y redireccionando el vehículo siniestrado, los sectores extremos deben empotrarse al suelo, y cada tramo tener la longitud mínima que se señala en la Tabla 7.201.7B.
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