Mientras la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco) advierte un presupuesto exagerado en la construcción de la carretera Villa Tunari -San Ignacio de Moxos, la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) sostiene que la obra civil se encarará bajo la modalidad 'llave en mano'.
En la ABC aseguraron que no se 'infló' el presupuesto de inversión y que OAS, la empresa brasileña que se adjudicó la construcción de los 306 kilómetros que comprende el tramo, trabajará en el proyecto bajo la modalidad 'llave en mano', que establece que la empresa incluye en el presupuesto los estudios de factibilidad, impacto ambiental y diseño final del proyecto. Antes le correspondía a la ABC.
Otro factor de la modalidad es que la ABC no busca el financiamiento sino es la empresa adjudicataria la que busca la inversión. Según la ABC, el financiamiento de $us 415 millones fue comprometido por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil, que como condición fija que una empresa de ese país ejecute la obra. En 40 meses prevén acabarla.
En Santa Cruz, el presidente de la Cámara de la Construcción, Enrique Terceros, insistió que el presupuesto para la obra es exagerado y criticó al Gobierno por adjudicar la obra a una firma brasileña.
Caboco, en un comunicado, censura la contratación a dedo, sin licitación, de empresas estatales para la construcción de obras públicas. El sector mantiene el estado de emergencia.
En la ABC aseguraron que no se 'infló' el presupuesto de inversión y que OAS, la empresa brasileña que se adjudicó la construcción de los 306 kilómetros que comprende el tramo, trabajará en el proyecto bajo la modalidad 'llave en mano', que establece que la empresa incluye en el presupuesto los estudios de factibilidad, impacto ambiental y diseño final del proyecto. Antes le correspondía a la ABC.
Otro factor de la modalidad es que la ABC no busca el financiamiento sino es la empresa adjudicataria la que busca la inversión. Según la ABC, el financiamiento de $us 415 millones fue comprometido por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil, que como condición fija que una empresa de ese país ejecute la obra. En 40 meses prevén acabarla.
En Santa Cruz, el presidente de la Cámara de la Construcción, Enrique Terceros, insistió que el presupuesto para la obra es exagerado y criticó al Gobierno por adjudicar la obra a una firma brasileña.
Caboco, en un comunicado, censura la contratación a dedo, sin licitación, de empresas estatales para la construcción de obras públicas. El sector mantiene el estado de emergencia.
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