El asfaltado del camino La Paz-Patacamaya-Oruro, tiene innumerables hundimientos y cada día aparecen baches que causan accidentes, como consecuencia del intenso tráfico vehicular y de la presencia de camiones de alto tonelaje, que trabajan para convertir la carretera panamericana en una doble vía.
Los choferes eluden los baches, pero el camino ondulado y hundido es imposible de evadir, que en muchos casos, “han provocado accidentes, especialmente en el tramo Ayo Ayo-El Tolar-Calamarca”, confirmó Luis Quispe, afiliado al transporte interprovincial, que cada día realiza viajes entre La Paz y Oruro, llevando pasajeros en flota Urus.
El técnico de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Oscar Flores Ramirez, confirmó el deterioro del camino asfaltado, pero no en la jurisdicción del departamento de Oruro, ya que el mantenimiento del tramo que pertenece a esta región, ha sido resellado entre el 2003 y 2006, como parte de la preservación de la vía.
“No hay baches en nuestra jurisdicción. Es posible que haya problemas más allá de Panduro, por la zona de Calamarca y en la ruta a Patacamaya cerca de la ciudad de La Paz. Si es necesario, podemos hacer una inspección para corroborar esta versión”, dijo.
El mayor problema en la región de Oruro, se encuentra alrededor del Casco de Minero, salida a La Paz, donde también existen hundimientos. Los baches son innumerables y hay abundante piedra y tierra, que no permite una buena circulación a los vehículos livianos ni a las flotas, que también sufren las consecuencias de de ese deterioro.
“Esa zona del Casco de Minero, al ingreso a la ciudad de Oruro, debe ser atendida por la Alcaldía Municipal. Esa responsabilidad le corresponde al gobierno municipal, más aún para esta época cercana a la realización del Carnaval de Oruro”, afirmó Flores.
Consideró que hay que efectuar una buena identificación del lugar del camino Oruro-La Paz, porque “no todo el asfaltado está mal, sino algunas partes que deben ser atendidas por las instituciones que corresponde”.
El diputado de Convergencia Nacional, Franz Choque Ulloa, uno de los parlamentarios que constamente realiza viajes entre Oruro y La Paz, para participar en las sesiones de la Asamblea Plurinacional de Bolivia, dijo que existe mucho flujo vehicular en ese camino, aparte del mal estado de la carretera.
“Antes hacíamos un viaje en dos horas y treinta minutos. Ahora se debe llegar en cuatro horas, en una flota. En todo el trayecto hay señalización de rutas y desvíos, pero las volquetas que realizan su trabajo para la ampliación de la vía aparecen en cualquier momento, provocando dificultades para un viaje normal”, dijo.
La parte más afectada, en cuanto a baches y hundimientos, se encuentra entre Villa Loza y Achica Arriba, porque “hay deformaciones del asfaltado, que no permiten que un vehículo pueda tomar velocidad, sino seguir la huella, porque si se sale de la huella, se puede provocar un vuelco de cualquier motorizado”, afirmó Choque.
Luis Quispe, con 14 años de experiencia en viajes a La Paz, dijo que en el tramo Ayo Ayo-El Tholar, “existe una curva bien cerrada, donde hay huecos grandes y hundimientos y una salida del asfaltado, podría provocar accidentes, como ha ocurrido hace poco”. También explicó que en la zona de Panduro, “no hay desagües, ya que como consecuencia de las lluvias, las aguas se detienen e impiden un tráfico normal”.
Por su parte, el experto en planificación, Alex Alave Tellez, explicó que si en este momento, “no existe un camino estable, asfaltado y accesible, será difícil incentivar el turismo en esas condiciones, ya que, de acuerdo a las nuevas normas internacionales, el turismo, no sólo significa un espectáculo, como el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible, sino esencialmente seguridad en caminos, hospedaje, alimentación y comercio”.
El Carnaval de Oruro se realizará el 17 y 18 de febrero próximo, pero “si tenemos un camino en condiciones de inestabilidad, no se garantizará un flujo turístico para ese espectáculo”, dijo.
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