Procedimientos de Trabajo.
Remoción de arena. Una calzada cubierta por una capa de arena puede resultar peligrosa para los usua- rios y perjudicar los pavimentos, especialmente los de hormigón, al rellenar juntas y grietas que se encuentren abiertas,
lo que crea un elemento rígido que impide la dilatación adecuada de las losas.
La arena puede ser traslada por el viento desde dunas existentes en las proximidades del trazado o provenir de derrames desde vehículos que transitan la vía. En cualquier caso ella debe removerse de la superficie del pavimento con la mayor premura.
Cuando la cantidad por retirar es pequeña se debe remover mediante barrido, en lo posible con barredoras mecánicas, apilándola en cantidades adecuadas para que pueda ser cargada y trasladada a botaderos aprobados. El barrido debe hacerse siguiendo la dirección del viento y hacia las bermas, cuidando de no obstruir alguna obra de drenaje, o tener la precaución de limpiarla después.
Cuando el espesor de la capa de arena es grande, primeramente debe retirarse el máximo posible con equipos de movimiento de tierras adecuados, tales como motoniveladoras, carga- dores de ruedas neumáticas u otros.
Remoción del barro. Es habitual que durante la temporada de lluvias los vehículos que entran a una carretera desde caminos sin pavimento, cubran con barro un área significativa del pavimento.
Esta situación debe remediarse a la brevedad, pues impide ver o, al menos, hace menos visible la demarcación del pavimento y origina que los vehículos ensucien señales, defensas camineras y otros elementos de seguridad vial.
Cuando esta situación se crea
en las inmediaciones de un puente, el barro arrastrado por los vehículos normalmente obstruye las barbacanas para el
drenaje del tablero.
El barro puede removerse utilizando un camión estanque dotado de bombas y mangueras que permitan proyectar un chorro de agua a presión.
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