La historia de la carretera tiene que ver con el proyecto de Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) que tiene su origen en la primera Cumbre de Presidentes de América del Sur celebrada entre el 30 de agosto y el 1ro de septiembre de 2000 en Brasilia por invitación del entonces presidente Henrique Cardoso, afirma el ex ministro de Planificación Estratégica y ex constituyente del MAS, Raúl Prada.
Recuerda que entonces, los jefes de Estado observaron que el impulso de la integración transfronteriza se vigoriza por ser una consecuencia de la proximidad geográfica, de la identidad cultural y de la consolidación de valores comunes. El IIRSA contempla los corredores transoceánicos que vincularían el Atlántico con el Pacífico, posibilitando el transporte de mercaderías entre ambos océanos.
Señala que si bien la justificación del proyecto IIRSA habla de integración entre los países involucrados, desde el comienzo se han hecho sentir voces que acusan al proyecto como parte de la estrategia de dominación de los Estados Unidos de América, también se han hecho escuchar críticas que califican al proyecto como parte de la expansión de la potencia emergente de Brasil.
La carretera que cruza el TIPNIS forma parte de los corredores transoceánicos y por lo tanto también del proyecto IIRSA, afirma Raúl Prada.
Agrega que, sin embargo, el gobierno de Evo Morales llegó a un acuerdo con el gobierno del entonces presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva para la construcción de la carretera, comprometiéndose un préstamo por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil.
Se entiende que por lo complicado de la situación al afectar el área protegida, el parque y el territorio indígena, se decidió hacer tres tramos para facilitar la aprobación de la ficha ambiental. El tramo I y el tramo III se aprueban rápidamente, tramos que no atraviesan el Parque, quedando pendiente el tramo II que atraviesa el Parque.
“Esta maniobra es notoria pues adelanta partes de un trazo comprometido, condicionando la aprobación del tramo II”.
La polémica carretera tiene una longitud de 306 kilómetros y se prevé que será construida en tres años por la empresa brasileña OAS. La construcción de esa vía y otras obras complementarias demandarán una inversión de 442 millones de dólares, de los que 332 provienen de un crédito blando otorgado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil.
Territorios indígenas bajo protección
El Territorio Indígena y Parque Natural Isiboro Sécure (TIPNIS), es un Territorio Indígena Originario Campesino, (TIOC), reconocido como tal y protegido por la Constitución Política del Estado que le otorga una serie de facultades. Forma parte de un total de otros 189 territorios titulados en el país, con un total de 20.7 millones de hectáreas.
El informe sobre Territorios Indígena Originario Campesinos de Bolivia realizado por la Fundación Tierra, señala que un TIOC, es el derecho a la tierra, al uso y aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales renovables en las condiciones determinadas por la ley, a la consulta previa e informada y a la participación en los beneficios por la explotación de los recursos naturales no renovables que se encuentran en su territorio.
Agrega que estos territorios, tienen la facultad de aplicar sus normas propias, administrados por sus estructuras de representación y a la definición de su desarrollo de acuerdo a sus criterios culturales y principios de convivencia armónica con la naturaleza.
Agrega que el Territorio Indígena Originario Campesino comprende áreas de producción, áreas de aprovechamiento y conservación de los recursos naturales y espacios de reproducción social, espiritual y cultural, según el artículo 403 de la Constitución.
El conflicto tiene que ver con la expansión de cocales
El conflicto creado por la construcción de una carretera que atraviese el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), tiene que ver con la ampliación de la frontera agrícola, y está directamente conectada con la expansión de los cultivos de coca.
Esa afirmación corresponde al ex viceministro de Planificación Estratégica y ex constituyente del MAS, Raúl Prada Alcoreza, quien recuerda, que “ya se dio antes un avasallamiento del territorio indígena por parte de productores de coca, ocasionando invasión y deforestación, expansión que ya era conocida el año 2004”.
Señala que la contención, ante ese avance, se estableció mediante una línea roja dibujada el 2009 que prohibió toda nueva expansión.
“Sin embargo, ante la construcción de la carretera se esperan nuevos avasallamientos, deforestaciones, expansiones de la frontera agrícola y del cultivo de coca”, señala.
Otra explicación manejada en el debate, dice Prada, es un respaldo indirecto al proyecto desarrollista-extractivista de la burguesía brasileña, en el momento de la urgencia energética de Brasil como potencia regional, que tendría relación con planes de Petrobras en la explotación hidrocarburífera y la presencia de empresas brasileñas constructoras de caminos y de infraestructura, incluido el proyecto San Buenaventura.
Prada va más allá en su hipótesis de trabajo sobre el conflicto en el TIPNIS y menciona posibles alianzas gubernamentales con banqueros, empresa privada y agroindustriales soyeros de Santa Cruz.
“También se ha ventilado la hipótesis de la posible existencia de reservas hidrocarburíferas en el TIPNIS. Es el propio Ministro de Hidrocarburos y Energía el que ha manifestado esta posibilidad. Situación que pone aún en un más grave peligro al TIPNIS”, agrega.
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