domingo, 23 de marzo de 2008

ESTRATEGIA PARA EL CONTROL DE LA NIEVE Y DEL HIELO: Control con Uso de Anticongelantes

. Las más recientes investigaciones han demostrado que la estrategia más eficiente para minimizar los efectos adversos del hielo es la utilización de anticongelantes.

La aplicación en la superficie del pavimento de productos químicos destinados a bajar el punto de congelamiento del agua, antes del comienzo de una precipitación sólida o inmediatamente después que haya co- menzado, reduce fuertemente la ligazón hielo - pavimento. Es más, la aplicación periódica adicional de pequeñas cantidades del producto durante la tormenta, refuerza la acción inhibitoria de formación de esa liga, reduciendo substancialmente los esfuerzos necesarios para limpiar el pavimento. Asimismo las cantidades totales de productos para controlar resultan menores que las requeridas utilizando practicas de remoción.

Uno de los principales beneficios de estas prácticas es que se mejoran los aspectos de seguridad vial al reducir los tiempos en que la superficie se encuentra resbaladiza. Además existen, potencialmente, posibilidades de reducir costos y disminuir los impactos ecológicos.

La adopción de una estrategia que sistemáticamente utilice los anticongelantes para el mantenimiento de los caminos durante el invierno incluye tres aspectos críticos:

- Operación.
- Toma de decisiones.
- Personal.


La operación se refiere a la capacidad que tiene la organización para aplicar los anticongelantes, ya sea
en sus formas sólida, pre-humedecida o líquida, y proveer los equipos de remoción en el momento oportuno, de manera
de distribuir los anticongelantes tan cerca de la superficie del pavimento como sea posible. Las maquinarias y materiales que se requieren para estas actividades son: equipos distribuidores, productos químicos, sólidos de granulometrías adecuadas o líquidos, instalaciones para almacenar tanto productos líquidos como sólidos y equipos con palas o arados que dispongan de cuchillas.

La toma de decisiones incluye procedimientos que permitan anticipar el estado en que se encontrará el pavimento y las condiciones del tiempo en cada momento, información sobre el tránsito, disponer de patrullas camineras que observen las condiciones del pavimento y, eventualmente, hagan mediciones del coeficiente de fricción y evaluacio- nes posteriores a la tormenta relativas a la eficacia de los procedimientos aplicados.

Por personal se entiende la capacidad de la organización para disponer de personal de reemplazo que pueda actuar al ser llamado y el entrenamiento de los trabajadores estables.

La sal común (cloruro de sodio) es el elemento químico más utilizado para el control del hielo, pues permite mantener el agua en estado líquido a temperaturas algo más bajas que el punto de congelamiento. La sal en estado sólido se denomina agente sólido, factor que es muy importante cuando corresponde seleccionar los equipos con que se
va a operar. La utilización de agentes anticongelantes sólidos tiene sus limitaciones, pues la oportunidad de aplicación resulta crítica para minimizar las pérdidas que ocasiona el tránsito. Probablemente el uso más apropiado de los agentes sólidos sea durante el transcurso de una precipitación tipo lluvia-nieve y cuando el pavimento se encuentra húmedo, ya sea por una lluvia previa o porque se ha utilizado previamente una salmuera.

Los agentes sólidos deben almacenarse completamente cubiertos o dentro de un edificio, pues de lo contrario absorben humedad y producen una lechada que drena hacia los cursos naturales de agua. Normalmente se utilizan silos de diferentes tipos para esos propósitos.

Otros tipos de agentes anticongelantes son la sal pre-humedecida con agua, el cloruro de calcio (CaCl), cloruro de sodio o cloruro de magnesio líquido (MgCl2 ). El humedecimiento con agua puede presentar algunos proble- mas, pues si la temperatura es baja ésta puede congelarse durante el proceso de humidificación. La sal pre-humedecida
tiene algunas ventajas respecto de la sal seca; existen menores posibilidades que sea desplazada por la acción del tránsito y, en consecuencia, se puede reducir la cantidad necesaria, favorece la formación de salmuera y derrite el hielo con mayor rapidez y a temperaturas más bajas.

Cuando la humidificación de la sal se realiza dentro de la tolva de un camión, la cantidad de líquido por utilizar debe ser del orden de 0,033 litros de líquido por kg de sal. Las investigaciones indican que este agente es eficiente como anticongelante cuando se coloca a razón de 7,7 g/m2 y la superficie del pavimento tiene una temperatura entre - 9,4 y - 6,7 C. La utilización de este producto durante periodos de lluvia-nieve debe ser cuidadosamente obser- vada, pudiéndose requerir en esa situación hasta 15 g/m2 de sal pre-humedecida.

Por último existen los agentes anticongelantes líquidos, como el cloruro de sodio (NaCl ), el cloruro de magnesio (MgCl2), el cloruro de calcio (CaCl2) y otros. Una solución de cloruro de sodio saturada del 20 al 25% en peso,
es uno de los agentes líquidos que más se utiliza. Sin embargo, las investigaciones señalan que su aplicación no es
conveniente durante el transcurso de grandes nevadas o de lluvia-nieve puesto que la disolución puede congelarse.

Las salmueras pueden almacenarse tanto a la intemperie como a cubierto, dependiendo del punto de congelamiento de la solución y de la temperatura mínima que se espere para la zona. A veces resulta conveniente enterrar los recipientes con la solución para evitar las temperaturas muy bajas.

Dependiendo del tipo de solución química, se puede requerir de circulación o agitación antes de traspasar
el líquido desde el estanque de almacenamiento al vehículo que la distribuirá en el camino. Esto es especialmente importante cuando se manipulan soluciones que contienen aditivos reductores de la corrosión. Normalmente la agitación debe realizarse por unos 15 minutos.

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