miércoles, 12 de septiembre de 2007

Queiroz plantea reparar las fallas en la vía Potosí-Tarija

En momentos en que la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) busca rescindir el contrato con la constructora brasileña Queiroz Galvao por las fallas en la ruta Potosí-Tarija, la compañía planteó refaccionar el tramo e implementar un nuevo diseño en coordinación con esta entidad.

En un amplio informe de descargos, presentado a la ABC, Queiroz aclaró que no tuvo responsabilidad por las fallas presentadas en el camino y propuso un escenario de conciliación para dar solución a los problemas y cumplir con el acuerdo con el fin de no perjudicar a la población.

La ruta Potosí-Tarija tiene 420 kilómetros de vía, de los cuales el 70 por ciento presenta rajaduras. La importancia del tramo radica en que unirá a Bolivia con Argentina y Paraguay. Por esto, las regiones involucradas están en emergencia. Potosí y Chuquisaca piden rescindir el contrato, mientras que Tarija se opone.

Soluciones

Queiroz propuso “iniciar los trabajos de pavimentación y recuperación de las losas fisuradas en conformidad con un nuevo diseño que deberá ser definido por la ABC” o en su defecto considerar y aprobar el nuevo diseño de pavimentación propuesto por la firma constructora.

La compañía advierte que la recesión de contrato por la ABC paralizará las obras dos años y suspenderá el crédito Proex , debiéndose renegociar de nuevo.

De acuerdo con un informe técnico de la consultora The Transtec Group, referido al “desempeño del pavimento”, la firma brasileña concluyó que las fisuras obedecen “al alabeo (movimiento) excesivo de las losas y la acción de cargas excesivas de tráfico que circulan en la noche”.

Ese fenómeno, explicó, se presenta por una combinación de las condiciones climáticas con baja humedad relativa; al tipo de material usado en la vía (la mezcla que tenía una elevada cantidad de agua-cemento) para las características de esa región y al curado (refacción) inicial que se aplicó manualmente y que resultó deficiente. La empresa explicó a sugerencia del diseño de la obra, realizado por el entonces Servicio Nacional de Caminos (SNC), utilizó una norma internacional (AASTHO 1993) para aplicar el cemento asfáltico, que no contenía parámetros sobre efectos en climas extremos.

Por esas razones, la empresa concluyó que no es responsable del diseño ni de las especificaciones técnicas.

La entidad señaló que la obra fue modificada antes de encararse y que utilizó pavimento rígido cuando en el diseño original se contemplaba el uso de pavimento flexible. Sin embargo, la presidenta de ABC, Patricia Ballivián, aseguró que Queiroz modificó el diseño de forma unilateral y que empezó las obras sin un control inmediato. Dijo que la supervisora entró seis meses después y la fiscalizadora, luego de un año.

La vía fue adjudicada a Queiroz en 2003 sin una licitación para que Bolivia se beneficie del crédito Proex.

La construcción de la carretera demandó un costo de 180 millones de dólares, pero en términos reales supera los 200 millones si se toma en cuenta la supervisión y el costo del pavimento rígido utilizado.

Brasil media en el conflicto


La Embajada de Brasil media en el conflicto que existe entre la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) y la constructora Queiroz Galvao por las fisuras en la carretera Tarija-Potosí.

El embajador, Frederico Cezar de Araujo, informó que la compañía está “lista” y dispuesta a “rehacer” aquellos errores que pudiera haber cometido durante la ejecución de la obra. Adelantó que: “Nosotros hemos intermediado en una conversación de la empresa con ABC”.

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