martes, 14 de agosto de 2007

La ABC da 7 días a Queiroz Galvao para romper contrato

La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) aseguró ayer que la empresa brasileña Queiroz Galvao realizó un manejo discrecional del contrato de ejecución de la ruta Tarija-Potosí-Chuquisaca y le dio un plazo de siete días para rescindir el pacto por fallas en la construcción.

Presentó una demanda en contra de la constructora y ex ejecutivos del Servicio Nacional de Caminos (SNC), entre ellos su ex presidente José María Bakovic y la supervisora de la obra Ecoplane-Noronha. Además, anunció que invitará directamente a otra empresa de Brasil para continuar con los trabajos en la zona y de esa forma no perder el crédito Proex que otorga el país vecino.

La presidenta de la ABC, Patricia Ballivián, informó a La Prensa que Queiroz Galvao tiene como límite el 20 de agosto para responder al pedido de la entidad de romper su acuerdo debido a que se hallaron fisuras en el tramo carretero por supuesto incumplimiento de las especificaciones técnicas.

La autoridad informó que ese día la ABC tomará una determinación definitiva, aunque admitió que se podría recurrir a un arbitraje para resolver el contrato y las diferencias.

A finales de 2006, la carretera Tarija-Potosí-Chuquisaca presentó fisuras en el revestimiento de pavimento rígido. La firma brasileña atribuyó el problema a una variación brusca de la temperatura y a la altitud de la zona que impactó sobre el material de la capa asfáltica. El proyecto tiene un avance superior al 70 por ciento.

Este diario intentó ayer comunicarse con algún ejecutivo de Queiroz Galvao, pero en sus oficinas indicaron que estaban de viaje en el interior del país y que no podían dar más información. La compañía se adjudicó directamente el proyecto gracias al crédito Proex.

Audalia Zurita, abogada del ex presidente del SNC José María Bakovic, aseguró que no conoce la apertura de ese proceso y que, en todo caso, la construcción de la carretera fue avalada por decretos supremos y leyes de la República emitidos durante la segunda gestión del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. La mencionada obra tiene un costo de 180 millones de dólares.

La Presidenta de la ABC explicó que una vez que se rescinda el convenio con Queiroz, la nueva empresa que se contratará por excepción será necesariamente brasileña. Esto porque, de lo contrario, Bolivia corre el riesgo de ya no contar con los 120 millones de dólares del crédito Proex de la nación vecina. La Corporación Andina de Fomento (CAF) aporta con 60 millones de dólares.

Un reciente informe técnico encomendado por la ABC y al que tuvo acceso este diario estableció que la constructura “hizo un manejo discrecional del contrato para la construcción del proyecto, las sugerencias de la supervisión no fueron acatadas en forma oportuna, como tampoco los razonados reclamos por el incumplimiento de las especificaciones técnicas vigentes”.

El documento agrega que el pavimento fue diseñado utilizando el “AASHTO 93”, que es un método que se aplica en Estados Unidos para el uso de pavimento rígido, pero que no toma en cuenta indicadores propios de la geografía nacional. Entre ellos, por ejemplo, efectos climáticos extremos (el frío de Potosí), las diferencias de temperatura día-noche, la baja humedad relativa en el ambiente y la ubicación en altura del tramo Tarija-Potosí-Chuquisaca.

Según Ballivián, cuando se encaró la obra se cambió el diseño para utilizar pavimento rígido en lugar del flexible, lo cual encareció la obra hasta los 180 millones de dólares.

Pavimento más durable

La Sociedad de Ingenieros de Bolivia (filial La Paz) y el Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón Armado aseguraron ayer que el uso de pavimento rígido tiene mayor duración que el flexible que a la larga resulta más caro por el gasto de mantenimiento.

El director de la Sociedad, Mario Gutiérrez, explicó que la avenida Busch esta hecha con cemento y no presenta problemas, en cambio el pavimento flexible (asfalto) se deteriora en la época de lluvias.

El gerente del Instituto del Cemento, Marcelo Alfaro, explicó que el pavimento rígido puede durar 30 años, aunque en principio cuesta más. El flexible sólo se mantiene siete años y debe estar sujeto a recapamientos constantes que en el largo plazo igual encarecen la obra. Esto porque el asfalto se importa a un costo elevado. Hace dos años la tonelada de este material alcanzaba a 400 dólares y hoy llega a 600 dólares.

Obras con cemento

Carreteras construidas: Oruro-Toledo; Ancaravi-Huachacalla y San José-Tapera-Roboré.

Carreteras en construcción: Paraíso-El Tinto, El Tinto-San José, Roboré-El Carmen y Puente Arce-Puente Sacramento.

Carreteras por iniciarse: Huachacalla-Pisiga en Oruro. En el pasado se impulsaron obras con este material para la construcción, por ejemplo, del aeropuerto de El Alto, que ya tiene 42 años de vida y soporta condiciones climáticas adversas.

La vía Sucre-Aeropuerto ya cumplió 31 años de vida en Chuquisaca.

La avenida Busch que une Miraflores con Villa Fátima en La Paz.

El sistema interestatal de Estados Unidos se construyó en la década del 40 con pavimento rígido y tiene bajos costos de mantenimiento. El material también se usa en Alemania.

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